Cualquier jugador de futbol, independientemente de su posición, debe saber golpear el balón con la cabeza. Deberá hacerlo óptimamente tanto para rechazar el peligro de su área en una jugada defensiva como para anotar en el arco contrario. Saber cabecear le resultará necesario incluso al portero, cuando tenga que rechazar un balón fuera del área de los 18.
Golpear el esférico con la cabeza es una de las técnicas más relevantes y necesarias para todo buen jugador. Por ello, en este artículo observaremos algunos consejos que puedes poner fácilmente en práctica a la hora de cabecear un balón.
Antes de cualquier consejo específico, hay dos reglas generales que se deben tener muy en cuenta: la primera de ellas es que hay que superar totalmente el instinto que tiene todo ser humano de evitar golpear algo con la cabeza, aún más sí va por el aire; y la segunda regla, que deriva de la primera, es que hay que superar la tendencia a cerrar los ojos cuando se va a cabecear el balón, pues hay que tener claro que somos nosotros quienes golpeamos el balón y no al contrario.
Ahora revisaremos las diferentes fases en el golpeo con la cabeza:
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El inicio de la carrera: cuando se crea que es el momento oportuno, se alistará el cuerpo abriendo los brazos, de tal forma que se gane espacio y equilibrio. Las piernas deben ser semi-flexionadas y siempre hay que seguir la trayectoria del balón; atacarlo de frente y sin miedo.
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El vuelo o salto: hay que tener los brazos abiertos, pero no en exceso, las piernas ligeramente separadas, saltar con la pierna del perfil por donde se encuentre el adversario y tener una coordinación clara entre el tronco y el cuello.
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Golpe o contacto: como lo indicábamos arriba, hay que tener los ojos bien abiertos al momento del contacto con el balón, para así manejar la visión periférica y ubicar los adversarios, los compañeros y el campo de juego. El jugador debe inclinarse hacia atrás antes del golpe y luego hacia adelatne cuando haga contacto con el balón. Además, luego del golpe, será necesario seguir la dirección de la pelota con el cuello y la mirada para estar atento a un posible rebote.
Las anteriores son las reglas
básicas de un golpe con la testa. Pero no basta con saber cómo golpear. Otra habilidad clave para lograr una buena definición es identificar las acciones de juego para saber cuándo cabecear y qué parte de la cabeza se debería utilizar. Aquí dos ejemplos: cuando hay un tiro de esquina y estás sobre el primer palo, debes utilizar la parte superior de la cabeza para rozar el balón y dejarlo seguir hacia atrás con una ligera desviación.Esta jugada es muy común y muy peligrosa para el adversario, pues en su gran mayoría el doble cabeceo en el área termina en gol gracias al factor sorpresa. Otra jugada de partido es la conocida “palomita “, recurso del que tendrás que echar mano cuando la pelota venga a una altura muy baja. Consiste en lanzarte hacia adelante y girar la cabeza para redireccionar el esférico y orientarlo hacia dónde quieres.
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