TÁCTICAS DE JUEGO CON RONALDO
«EL FENÓMENO»
Si había alguien que quería a toda costa que el fenómeno hiciera parte de su club, esa persona era Joan Gaspart, presidente del FC Barcelona en la época de Ronaldo, ya que para el sistema de juego que estaba implementando el Barcelona era el eslabón requerido. Gaspart viajo a Miami en donde el fenómeno estaba en concentración con la selección brasilera y se infiltro en el hotel donde estaban, tanto así que logro hablar con él personalmente y lo convenció para fichar por el Barça, en aquel entonces, temporada 1996-1997, el míster que dirigía los hilos del Barcelona era Boby Robson y su asistente un tal José Mourinho (foto). La llegada de Ronaldo a este club coincidió con la iniciación de la era Robson en el Barcelona, y aunque a pesar de que el brasilero ya había deslumbrado en la liga Holandesa, en el Barcelona le costaba acoplarse al sistema de juego de Robson, pues Ronaldo participaba básicamente en la finalización de la jugada, apareciendo en ruptura o en una jugada individual, y a pesar de que comenzaba a exhibir su clásica recepción en banda cuando el equipo lanzaba la transición, aun no hallaba demasiados mecanismos a su alrededor para aprovechar su mejor fútbol. Sin embargo, a medida que iban pasando los partidos, Ronaldo empezaba a demostrar el porqué de lo que habían pagado por él, la velocidad, los dribles, las figuras con los pies, la fuerza, el juego de pies por encima del balón, era inédito, en ese momento no existía un jugador que hiciera lo que él hacía, por eso parecía que venia del futuro o era un extraterrestre, referencias que por su magia se ganaba, como aquel gol en Compostela desde la mitad de la cancha recuperando balón.
Cabe destacar, como las tácticas de los equipos contrarios se volcaron sobre él, y como el respondió, le jugaban con doble marca, otros con defensa de 5 jugadores o adelantando la línea, pero nada parecía funcionar en contra del fenómeno, si el rival plantaba a la zaga arriba, Ronaldo le ganaba la espalda, y si la ponía cerca del guardameta, el brasileño lanzaba un leve desmarque de apoyo para recibir, giraba sobre sí mismo e iniciaba la carrera dejando a todos atrás. Robson empezó a fomentar en el fenómeno el juego en zonas intermedias, a realizar movimientos sin balón, a asociarse con sus compañeros y buscar el 1-2, en ese entonces su compatriota Giovani fue quien lo acompaño en la dupla, y que se volvió una constante, en jugadas que cuando uno de los dos se acercaba al balón el otro rompía al espacio.
Aunque en el Inter del Milán Ronaldo brillo en muchos partidos, también fue donde se partió su historia en dos con las lesiones que lo aquejaron y que por último se convirtieron en su ocaso. Allí paso por las ordenes de los técnicos Luigi Simoni, Marcelo Lippi y Hector Cuper, el Inter de Milán no tuvo una táctica de juego definida y establecida debido al constante cambio de directores técnicos, sumándole a las pocas apariciones de Ronaldo por sus lesiones. A pesar de todo, “el fenómeno” resurgió en el mundial 2002 bajo las ordenes de Felipe Scolari en la selección brasilera, quien le aposto a la formula 3R, Rivaldo, Ronaldinho y Ronaldo, y a pesar que el conjunto brasileño no llego como favorito, Ronaldo marco los 2 goles en la final contra Alemania, fue alineado como delantero por izquierda, Rivaldo por derecha y de enganche Ronaldinho, la premisa fue siempre mantener a los bávaros en su cancha y sumar jugadores cuando atacara la canarinha. El primer gol llegó después de un disparo de Rivaldo de media distancia, ya Ronaldo picaba entre los defensas por si el balón rebotaba, y efectivamente el golero alemán dio el rebote que convirtió Nazario en gol, el segundo fue un amague de Rivaldo dejando pasar el balón a Ronaldo quien fungía en ese momento como delantero centro y con un golpe de pierna derecha a media altura, clavo el segundo gol, así fueron campeones del mundo de la mano de un Ronaldo a menos del 70% de su rendimiento acostumbrado.